martes, 28 de enero de 2014

Capítulo 13.

Me encuentro tumbada en mi cama a las diez de la noche, suponiendo que en cinco minutos, o quizás menos, Gabi entrará por la puerta, e interrumpirá mi único momento del día en el que me he quedado sola, el único momento en el que puedo aprovechar para aclararme. Supongo que querrá que le ayude a colocar sus cosas, y no la culpo por ello.

Siento como una angustia crece en mi estómago. Algo que de verdad me oprime. Como si de verdad sintiese algo fuerte, imparable y terriblemente perjudicial para nuestra amistad.

O quizás solo lo esté confundiendo, nunca he tenido un amigo tan cercano como lo es él. Nunca me he sentido tan protegida y segura de mí misma gracias a alguien.

Quizás solo esté confundiendo conceptos, y solo sea cariño de amistad.

Sin embargo, no entiendo por qué sufro todos los síntomas de esa chica.

Me levanto de la cama y corro a mi escritorio, donde enciendo la tulipa y cojo un post-it de color rosa.

Lo pego encima de un cuaderno y empiezo, con un guión, escribiendo todos los síntomas que escuché a la chica hace unas horas.

Lo único que necesito ahora es despejar mi mente, entender qué es lo que me pasa con Liam. Por qué.

De repente la puerta de mi habitación se abre. Doy un pequeño bote en la silla del escritorio, donde me encuentro sentada, y, automáticamente, le doy la vuelta al cuaderno donde he pegado el post-it.

-¿Te interrumpo? – Me pregunta Gabi.

La miro. Siete minutos ha tardado exactamente. Pero me doy cuenta de que ella no me ha interrumpido, sino que ha aparecido para ser mi solución. ¡Exacto! Ella es la única solución que me queda antes de tirarme por la ventana.

-No. – Contesto. – Tranquila.

La chica pasa y cierra la puerta detrás de ella. Yo me levanto y cojo un banco que guardo dentro del armario. Después, lo traslado hasta al lado de mi silla.

-Gracias. – Me agradece.

La sonrío cómplice y tomo asiento de nuevo, a la vez que ella.

-Cuanto tiempo. – Dice.
-Sí. – Contesto.
-Estás preciosa.

Me sonrojo al escuchar el comentario tan simpático de mi prima. ¿Por qué últimamente todo el mundo me dice que estoy preciosa? Me estremezco y el rubor corre a toda prisa a mis mofletes.

-Gracias. Tú igual. – Digo definitivamente.
-¿Sabes? Me fui a matricular esta tarde al instituto. ¡Es genial! – Exclama.

Frunzo el ceño y no estoy de acuerdo. Odio aquel sitio. Odio todo lo relacionado con el instituto. – Excepto a Liam. - ¡Oh, mierda! Otra vez pensando en él.

-¿Es genial? – No puedo evitar decir.
-Sí. Sólo de pensar que no tendré que llevar uniforme durante un tiempo…

Los ojos de mi prima son tan expresivos que me intimidan. Es preciosa.

-La pena es que no había plazas en tu clase, y me tuvieron que meter en otra. – Me informa.

Mi salvación parecía quererse mantener al margen de toda mi vida. Y, quizás, aun sin ella saberlo, la beneficiaría.

No creo que Gabi quiera meterse en mi vida, ni en mis problemas. Supongo que le interesará más seguir con su optimismo y vivir ajena a todo lo que se me pasa por la cabeza.

-¡Por cierto! – Exclama. – He de decirte que tu novio es muy guapo.

Sonrío y me ruborizo. ¡Mi novio! Por un segundo incluso me lo creo. Pero justo me doy cuenta de lo que estoy haciendo.

-No, Gabi. – Le digo. – Liam no es mi novio.
-¡Oh, vamos! Si hasta tu padre lo sabe.
-Enserio, Liam es solo un amigo.

La chica frunce el ceño y me mira, intentando ocultar una sonrisa, que segundos después estalla en forma de carcajada.

-¡Mentirosa! – Me acusa.
-Lo digo enserio. Liam es solo un amigo. No sé por qué diablos nadie ha negado nada.
-Pues tu padre no piensa lo mismo…
-¡Mi padre! – Exclamo.

Y en ese justo momento, me pongo de pie, alarmada. Una justificación se me ilumina en la mente, acompañada de una información que no le sentará del todo bien: Mi trabajo.

-¿Dónde vas? – Pregunta Gabi mientras rebusco en mi bolso el papel doblado.
-Tengo que darle esto a mi padre. – Contesto.

La chica mira el folio cuando lo saco y se queda confusa.

-Es una autorización. De trabajo.

Los expresivos ojos de mi prima parecen quererse salir de las órbitas cuando le digo de qué se trata. Sin embargo la tranquilizo con una sonrisa cómplice, y abandono la habitación tan rápido como la luz.

Bajo las escaleras y me dirijo al salón, de donde procede el sonido de la televisión. Cómo no, está viendo la serie policiaca de la cual está enamorado.

-Hola. – Le digo, con mis manos en la espalda y el papel entre ellas.
-Hola. – Me contesta, extrañado. -¿Y Gabi?
-En mi cuarto.
-Deberías ayudarla a colocar sus cosas.
-Lo haré papá, en cuanto te diga algo…
-¿No puedes esperar a mañana?
-Toma. – Le tiendo el folio.
-¿Qué es esto?
-Léelo. – Ordeno.

El hombre lo coge, mirándome a los ojos, desafiante. Yo no abandono mi gesto sonriente, y él empieza a leer el papel.

Mi ceja se arquea cuando su cara va cambiando a total sorpresa. Creo que lo único que hará después de leerlo será gritar.

Me muerdo el labio inconscientemente y creo que no ha sido buena idea darle ese papel a mi padre.

Al fin termina de leerlo y lo cierra, siguiendo las dobleces que tenía previamente.

-¿Trabajo? – Me pregunta, mirándome de nuevo desafiante.

Asiento con la cabeza y frunzo el ceño.

-Creo que ya hablamos de esto, señorita. – Me dice.
-Papá, creo que Brad está muy interesado en que trabaje con él. No me importará, de verdad. Me sentiré útil pudiendo ayudarte.
-¿Quién diablos es Brad? – Pregunta.
-El jefe y dueño de la cafetería.
-Eres pequeña aún para trabajar, _______. No quiero que abandones tus estudios.
-No los abandonaré. Es más, hay un chico de mi clase trabajando ahí. Estudiaremos los dos juntos mientras recolocamos el local.

Obviamente, con Harry ni me miraré, pero servirá como excusa.

-No me vas a convencer.

Mierda.

-Hola. – Exclama Gabi apareciendo en la escena.

Los dos la miramos y ella se pone a mi lado, sonriente,

-¿Qué habláis? – Pregunta.
-De nada. ______ subirá contigo y te ayudará a ordenar tus cosas. – Dice mi padre.
-Oh, no. No te preocupes, Chad. Las acabo de terminar de ordenar. – Contesta.
-Hablábamos de mi trabajo.
-¿Trabajo? – Me pregunta Gabi.
-Sí. Ya sabes…
-Ah, sí. ¿Trabajarás, entonces? – Pregunta de nuevo la chica.
-Ni hablar. – Interrumpe mi padre.
-Deberías saber, tío Chad, que yo estuve trabajando como proyecto del instituto un par de semanas. Supe alternar ambas cosas y aprendí mucho. Eso me sirvió para darme cuenta de qué me gustaría hacer de verdad. – Dice Gabi.

La miro sorprendida y no sé de dónde se habrá sacado esa excusa, pero parece que el gesto de mi padre ha cambiado.

-¿Trabajaste? – Pregunta, asombrado.
-Trabajé. Y de verdad, deberías dejar que _______ lo hiciese.

Observo todo al margen de la conversación entre ellos dos. 

-¿Cuánto tiempo será, _____? – Me pregunta el hombre.
-Sólo hasta que crea que nos hemos recuperado.
-Un mes. – Dice mi padre. – Sólo un maldito mes y vuelves a tus estudios en jornada completa, ¿De acuerdo?

Sonrío y asiento satisfecha de la respuesta. Le tiendo el folio el cual el hombre firma, quizás en su contra, pero lo hace.

-¡Gracias, papá!  - Exclamo tras darle un beso en la mejilla.

Después, mi prima y yo salimos y empezamos a subir las escaleras hasta el pequeño pasillo de las habitaciones.

-Te debo una, Gabi. – Le digo.

Después, la doy un fuerte abrazo. De nuevo el cariño imparable de mi prima está conmigo, y quizás eso sea otro muro que me ayudará a fortalecerme, a afrontar todo el pasado, el presente y el futuro.

-Es todo un placer poderte ayudar, _______. – Dice.

Ambas nos damos la vuelta y nos metemos en nuestras respectivas habitaciones. Me dirijo al escritorio y doy la vuelta al cuaderno, donde se encuentra esa maldita lista.

Sólo me queda comprobar si sufro todos esos síntomas que están escritos en ese post-it.

Abro la puerta del armario y lo pego en ella, dentro. Ahí será un buen escondite para que nadie lo vea.

Me acerco de nuevo al escritorio y apago la tulipa. Todo en mi habitación está oscuro, mientras que en mi mente, cada vez sus ojos brillan con más intensidad.

Creo que en un par de semanas, como siga así, me volveré loca.
***
-Y aquí espero todos los días a Liam. – Informo a Gabi mientras nos paramos en la puerta de los primos Payne.

Otro día más al instituto, pero este es diferente. Hoy nada podrá derrumbarme. Nada. Teniendo a Liam como principal protección, el respaldo de mi prima y a Harry casi amenazado, nada puede salir mal.

La puerta de la casa se abre y salen ambos primos.  Nicole hoy también. Parece que su madre no va a querer acompañarla mucho más tiempo en coche.

Pero, como no podía faltar, ambos primos salen discutiendo.

-¿Y ella quién es? – Me pregunta Gabi, mientras les esperamos.
-Nicole. Es la prima de Liam.
-¿También fue a pasar una temporada con Liam? – Pregunta.
-Ellos viven juntos.
-¿Sin tiempo determinado?
-Eso creo.
-¿Y por qué?

¿Por qué? Me pregunto yo misma. Es cierto que creo conocer a Liam de toda la vida, pero nunca he sido consciente de que de verdad, en el fondo, sigue siendo un completo desconocido para mí.

Ni sé ni entiendo por qué vive con su prima, y no con sus padres.

Me temo lo peor, pero no soy tan valiente como para pensar algo tan cruel. Sacudo mi cabeza e intento alejar todos esos pensamientos de mi cabeza.

-¡Hola! – Exclama Liam.

Gabi le sonríe y yo me fijo en Nicole. Debo de presentarla a mi prima.

-Nic, ella es Gabi. Mi prima. – Musito.
-¡Hola, Gabi! – Exclama Nicole. – Yo también soy la prima pesada de Liam.
-¿Pesada? – Pregunta mi prima.
-Supongo que será porque tardo dos horas y media en arreglarme por las mañanas, o quizás porque cada vez que me tiño lo hago en su baño y dejo todo patas arriba. Supongo que habrá un por qué de ese mote tan poco cariñoso. – Dice Nicole, colocándose al lado de mi prima.
-Debe entenderlo. ¡El color de tu pelo es precioso! ¿Te tiñes tu sola? – Pregunta mi prima.

Ruedo los ojos sobre sí y ladeo mi cabeza. Nic y Gabi empiezan a andar delante de mí y de…
¡Liam!

Oh, Dios. Ni siquiera me acordaba de todo lo que pasó ayer. Junto mis dientes y hago un gesto de confusión con la cara.

-Parece que han congeniado bien. – Me dice.
-Lo parece. -  Contesto.
-¿Al final tu padre firmó la autorización? – Pregunta.
-Aun que parezca increíble, lo hizo. Gabi me ayudó.
-Parece simpática. – Afirma.
-Lo es.
-Tranquila, para mí sigues siendo única.

Una patada en mi estómago hace moverlo de sitio. Quizás se haya juntado con el hígado, o directamente con los pulmones, porque me estaba quedando sin aliento.

Le miro de reojo y está sonriendo, mientras me ofrece un leve golpecito en el brazo.

Le sonrío irónicamente, y me aparece el momento perfecto para preguntarle algo que debía haberle preguntado ayer.

-¿Por qué diablos seguiste el royo a mi padre cuando dijo que éramos novios? – Pregunto.

El chico frunce el ceño y me mira algo confuso. Tarda en contestar, y creo que es una de las únicas veces que Payne no tiene argumentos.

-Pensé que lo decía de broma… - Confiesa.
-No. No lo dijo de broma. ¡Gabi se lo creyó!
-Perdóneme, señorita. – Se disculpa, con una amplia sonrisa. – No lo volveré a hacer.

Le sonrío inevitablemente. Aun que quiera parecer dura con él, me es inevitable. Solo con mirarle de reojo y darme cuenta de que está sonriendo, me endulzo completamente.

-Ayer hablé con alguien. – Comenta.
-¿Ah, sí? ¿Con tu tía o con tu tío? – Bromeo.
-Es enserio, _______. – Dice. – Hablé con Lilly.

Hace un par de minutos, pensaba que Liam no tenía argumentos para contestar a mi amenazadora cuestión.


Sin embargo, ahora la que no tiene ni palabras, ni aliento, ni oxígeno para contestar a esa tenebrosa afirmación, soy yo. 


8 comentarios:

  1. Porfavor continua rapido me estoy comiendo las uñas jajajaja escribes muy pero que muy bien, me gustaria que siguieses lo antes posible.TKM

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  2. que pase algo mas interesanteeeeee
    pliiis

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  3. ohh diablos diablos
    perdón por mi lenguaje pero de que hablaron, por dios no me dejes picada
    ok soy un poco rara pero diablos tienes que seguirla pliss *w*

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  4. Ay Lilly!!! MIRA QUE ME CAE MAL ESA TIA EH!! ahahah como se ligue a Liam es q vamos.. hahaha Bonitos capitulos neni! <3

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  5. Diios, tienes que seguirla en serio♡♡♡

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  6. Hola tengo una pregunta :) Permites que adapten tu novela?

    PD: Amo esta novela es una de las mejores :)

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