Rota. Quizás nadie se diese cuenta de ese adjetivo que tenía atado a la piel. Atado con cuerdas y quizás con algún otro elemento.
Mi autoestima no podía desmenuzarse más. Forma parte de una rutina constante y horrible.
Para todos soy el punto de mira, pero no exactamente el punto de mira que a todos les gustaría ser. ¿Quizás la nerd? No, no creo que tengan un mote para alguien tan insignifante en sus vidas como lo puedo llegar a ser yo.
Cuando estás destrozada por dentro y notas que te cuesta hasta respirar, cuando crees que tu vida no puede abrirse hueco para caer más bajo, cuando crees que nada tiene solución y que necesitas que alguien te de fuerzas y anime a seguir, cuando notas que ya no tienes escapatoria...
"Liam Payne" vocalizaba el profesor de historia. Mi ceño se frunció y devolví la mirada al libro.
El chico pasó a la clase con una sonrisa tímida. Su flequillo caía elegantemente por la frente y sus manos agarraban con fuerza la tira que pasaba por su torso de la bandolera.
Se sentó a mi lado. Intenté mostrar indiferencia, pero no lo conseguí. Era la primera vez en mucho tiempo que compartía pupitre, y mucho más tiempo hacía que no lo compartía con un chico.
A partir de ahí y a medida que corría el tiempo, todas mis preguntas habituales fueron suplantadas por otras. ¿Por qué tuvo que aparecer él? ¿Por qué tuvo que ser diferente? ¿Por qué no me ignoraba e insultaba como todos lo hacían? ¿Por qué no me odiaba como todo el mundo? ¿Por qué me hacía sentir tan diferente y tan idiota cuando le miraba a los ojos?
"Aléjate de mí, Liam. No te van a tomar enserio si te juntas conmigo. Ni a ti ni a tu reputación"
"Me da igual, _____. Me importa tres mierdas lo que esos piensen de mí. No te pienso dejar sola."
No quería compartir con nadie mi vida. No quería compartir con nadie mi día a día. Ya estaba acostumbrada a estar sola y rota. Liam apareció para salvarme y revivirme. Liam apareció para teñir de blanco todo mi pasado tan apenado. Liam apareció para subir mi autoestima hasta el cielo y tirarlo de nuevo hasta bajo tierra.
No todo es camino de rosas y el ángel no estaba dispuesto a soportar todo. Quizás lo que más me dolió es verle con ella y saber que le iba a hacer daño. Quizás me dolió el ver que estaba enamorándose el chico del que estaba enamorada. Quizás quería ser ahora yo su protección y él lo rechazó.
Aun que quizás era demasiado obvio que Liam jamás se fijaría en alguien como yo.
Estaban claras las preguntas que se repetían una y otra vez en las paredes de mi cerebro. ¿Por qué tuvo que aparecer él? ¿Por qué tuvo que ser así conmigo? ¿Por qué me tuvo que enamorar y cegar hasta que no pudo más? ¿Por qué la tuvo que elegir a ella? ¿Por qué me mira así? ¿Por qué se acerca? Espera... ¿Me va a besar?
